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¿Lo recuerdas?  Prepárate para una buena dosis de nostalgia tecnológica al recordar algunas de las cosas que hacías antes con tu móvil a diario y que ahora forman parte del pasado.

Algunos de nosotros, que ya peinamos alguna que otra cana, cuando vinimos al  mundo tener un móvil era una rareza. De hecho, seguíamos llamando por  teléfonos fijos, hablando con los miembros de la familia, diciendo: “Hola, soy  Fulano, ¿está mengano?” o incluso, tocábamos a los telefonillos de las casas,  buscando a nuestros colegas y decíamos: “Oye, ¿te bajas a jugar?”

De hecho, solo unos pocos tenían ese poder (la mayoría de ellos solo en las  películas). Solo unos pocos afortunados de las pelis de los 80 y primeros de los  90 eran los que tenían teléfono en sus coches o unos ladrillos de móviles. ¡Y  cómo molaban! Todos queríamos uno también y, por suerte, ya los tenemos. 

Es innegable cómo la tecnología que tenemos en nuestro poder nos ha  facilitado las comunicaciones, pero también hay veces que mola un montón  echar la vista atrás y ver cómo ha evolucionado la cosa en tan pocos años.  

Llegando la década del 2000, poco a poco, empezábamos a tener todos móvil.  Esos primeros aparatos que eran enormes y con pantallas verdes con los píxeles justos. En esta época, venían Alcatel, Motorola y, sobre todo, Nokia para  cambiar nuestra rutina y nuestra forma de comunicarnos. ¿Lo recuerdas?

Aquí  te traigo 5 cosas que ya no haces con tu móvil. 

1.- El Código Toque 

“En cuanto llegue a la Rambla te doy un toque” y como ese, muchos más  significados. Antes un simple BIP del móvil para no gastar saldo podía tener un  montón de significados. Incluso a veces, utilizábamos esos toques solo a modo de “Oye, que me estoy acordando de ti”. Y si me apuráis, incluso había veces que el no recibir ningún toque nos llevaba a una mar de disgustos.  

Si me permitís el símil, tener llamadas perdidas era una sensación parecida a  cuando haces un post en redes sociales y tienes mil likes. Sin un toque de alguien, sin un “me gusta” en nuestras vidas, era una auténtica depresión. 

¿Qué pasa ahora si recibes un toque? Te quedas con cara de besugo diciendo,  pero ¿y esto?  

SMS Móvil

2.- Mandar un SMS en 30 segundos. 

Lo primero que me planteo ahora… ¿Seríais capaces de escribir un SMS en el  teclado de un Nokia 3310? ¿Podríais cerrar los ojos y recordar dónde estaban  cada una de las letras, los puntos, el espacio? A todas estas preguntas os puedo  decir sinceramente que yo no. 

Hará unos 15 años podía estar en el sofá taladrando cada tecla del móvil y  mandar SMS hasta que me llegara el aviso de “no tienes saldo suficiente”. De  hecho, incluso llegué a tener el teclado del móvil desgastado. Pero daba igual,  me lo sabía de memoria. 

Y, por supuesto, hay que recordar la capacidad de condensar que teníamos en  aquel momento. “¿Cómo voy a pasarme de 160 caracteres y que me cobren 2  SMS?” Y en esas pocas palabras, letras o jeroglíficos éramos capaces de contar  nuestra vida entera.  

Pero nos acostumbramos rápido a lo bueno y ahora seríamos totalmente  incapaces de retomar el código SMS, o el movimiento autómata de nuestros  dedos en las teclas de un móvil de principios del 2000.

¡Ah! Para los que tengáis curiosidad, la tecla 1 era el espacio y las letras  empezaban a partir de la tecla 2.  

3.- “Llámame que no tengo saldo” 

Quizás os riáis recordando esto. Ahora mismo es totalmente impensable que  algo como esto nos aporte “algo” en la vida. Pero, ¿sabéis qué? Cuando apareció el “llámame que no tengo saldo” era la salvación para poder mantener el  contacto que el saldo nos había cortado.  

Quedarte sin saldo un sábado por la tarde era como una tortura china, pero con  el “llámame que no tengo saldo” lo arreglábamos rápido. Además, en ese  momento, sí sabíamos perfectamente que teníamos un máximo de 10  mensajes para decirle al mundo que estás incomunicado.  

Por supuesto, también lo usábamos como si fueran toques y, por supuesto,  tenían su propio significado en caso de haber quedado con alguien en algún  sitio. Éramos los ases del código “morse”.  

Pin code móvil

4.- Descargar el politono más molón 

Hubo una época en la que la televisión nos freía a anuncios de politonos de los  temazos más sonados del momento. ¿Lo recordáis? Cómo molaba escuchar los  politonos y pensar que tendríamos eso mismo en nuestro móvil. 

Pues algunos ahí estábamos, con el SMS al 7777 preparado para recibir nuestro  súper politono en el móvil a precio de pepita de oro. A veces lo conseguías, a  veces perdías ese dinero sin conseguir tu temazo y otras veces, de lo que oías en televisión a lo que después conseguías en el móvil, había un abismo. 

Bueno, ahora nos podemos parar un segundo para dar las gracias al avance  tecnológico y permitirnos tener el sonido que queramos para nuestro terminal. 

Móvil Juego Snake

5.- El juego de la Serpiente o Snake 

Para lo más afortunados que teníamos un Nokia, no podían faltar las horas  muertas jugando a la serpiente en píxeles en nuestra pantalla. Empezaba  siendo el juego más simple del mundo, pero conforme la serpiente iba creciendo, nuestra tensión también.  

Había momentos en los que cualquier movimiento en falso nos podía fastidiar  la partida a la que habíamos dedicado unos preciados 40 minutos.  

Además, era el único juego al que le dedicábamos muchas horas, durante  muchísimo tiempo.

Ahora, tenemos el PlayStore o el AppStore lleno de juegos  que, no sé a vosotros, pero a mí no me duran más de un pequeño rato en el  móvil.  

6. Cargar el móvil una vez a la semana 

No todo lo que traen los smartphones es bueno, ¿verdad? Aunque usáramos un montón los ladrillos de hace 15 años, la batería les duraba lo que hiciera falta.  Recuerdo que mi día de recargar el móvil era los domingos y así tenía el móvil  listo para su uso durante toda la semana.  

El miércoles quizás bajaba una línea y normalmente los sábados aún le  quedaba una línea más a la batería, pero antes de que se apagara el móvil, ya lo  estábamos cargando para no quedarnos incomunicados o sin dar toques. 

Ahora nos hemos acostumbrado a cargar el móvil, mínimo una vez al día. 

Aunque también es verdad que ahora pasamos muchas más horas delante de  la pantalla del móvil y nuestro terminal, nos ofrece muchísimas más  posibilidades. 

Y aunque estos son los 6 puntos que más destaco de las cosas que hacíamos  con los primeros móviles que llegaron a nuestras manos, no se me pueden  olvidar otras cosas que ya han quedado en el olvido. 

Antes de Whatsapp, antes de redes sociales, antes de tener Internet en nuestros teléfonos, teníamos la posibilidad de mandar imágenes via MMS. Era un servicio carísimo para recibir imágenes con mala calidad. Aún así, cuando alguien te  mandaba un MMS con una foto, te sentías afortunado.  

Otra cosa que hemos dejado de hacer es la conectividad vía infrarrojos. Una  forma gratuita de mandarnos cosas de un móvil a otro, para la cual los dos  móviles tenían que estar muy juntos. Aunque su uso no fue muy extendido, sí  salvó a más de uno cuando tenía que mandar la lista de contactos de un  terminal a un nuevo terminal.  

Pero ya hemos dejado de ir al cajero o al estanco o cualquier tienda a por más  saldo. Hemos dejado de sufrir pensando que nos quedábamos incomunicados  por falta de dinero en el móvil.  

Y no sé vosotros, pero quiero ver cómo evoluciona el mundo de la telefonía  móvil y que en un futuro, recordemos el Whatsapp como ahora recordamos los  SMS.

¿Qué otras cosas recuerdas? Déjanos tu recuerdo nostálgico en los comentarios de esta publicación. 

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