En mitad del mar de plástico de El Ejido, donde uno pensaría que solo hay pimientos y más pimientos, se esconde un pequeño milagro: la Balsa del Sapo.

Un humedal convertido en santuario para aves, familias curiosas y amantes de la naturaleza. Sí, sí, como lo lees. Entre plásticos y estufas agrícolas, hay vida… y vaya vida.

La Balsa del Sapo, ubicada en Las Norias de Daza, es un humedal artificial formado por dos lagunas separadas por una franja de tierra, y reconocido dentro del Inventario de Humedales de Andalucía. No es solo una rareza ecológica: es un pulmón verde en medio de la huerta intensiva.

Este espacio surgió gracias al empeño de una familia local que, en lugar de ver tierra barata, vio la oportunidad de proteger un ecosistema único. Así nació este Centro de Interpretación de la Naturaleza y su espectacular Parque Ornitológico.

Balsa del Sapo

Centro de Interpretación: aprender sin bostezar

Aquí no vienes a leer paneles aburridos. El centro se ha modernizado para ofrecer una experiencia inmersiva: audiovisuales, talleres para peques, recorridos guiados… incluso un pequeño huerto y zona de juegos. Vamos, que es como el parque de atracciones de la biodiversidad almeriense.

Además, el personal te lo cuenta todo con ese arte sureño que engancha. Porque aquí se aprende con sonrisas, no con bostezos.

Parque Ornitológico

El Parque Ornitológico está diseñado para recrear distintos hábitats de aves acuáticas, sobre todo anátidas (que no ananás, ojo). En tu visita verás:

  • Ánades reales y cercetas
  • Porrones moñudos
  • Tarros blancos
  • Cisnes y gansos que posan mejor que influencers
  • Y las exóticas psitácidas, que aportan color y cachondeo

También hay aves rapaces, y si tienes suerte, puedes interactuar con algunas de ellas. Pero ojo, que no son mascotas. Respeto ante todo, que aquí las estrellas vuelan.

Y no todo son aves. También encontrarás tortugas, conejos, insectos y alguna que otra sorpresa. El ecosistema es un lujo.

Balsa del Sapo
Centro de Interpretación Balsa del Sapo
Humedal aves Balsa del Sapo

Tecnología y sostenibilidad: aquí no se improvisa

La Balsa del Sapo no solo enseña naturaleza: también la protege con tecnología puntera. ¿Sabías que ya está en marcha un proyecto para reutilizar aguas regeneradas gracias a una planta de ósmosis inversa?

Se van a tratar más de 6.600 m³ diarios para riego agrícola, ayudando a reducir la presión sobre los acuíferos y evitando desbordamientos. Además, el sistema se alimentará con energía solar. Casi ná. Un paso gigante para un humedal que, siendo artificial, ya es más natural que muchas playas “vírgenes”.

Planazo en familia 

La Balsa del Sapo no solo es perfecta para ver aves: es un sitio ideal para pasar el día en familia sin que nadie proteste por el hambre ni por el aburrimiento.

📍 Abren fines de semana y festivos de 11:00 a 18:00, y lo mejor: sin horario de salida, o sea, que puedes apurar el paseo hasta que los críos caigan rendidos.

Y cuando aprieta el hambre, no tienes que irte lejos: cuentan con dos restaurantes dentro del recinto que son la guinda del día.

El Vuelo del Ganso – Restaurante

Un rincón con encanto rodeado de naturaleza. Ideal para cerrar un negocio, celebrar el cumple del abuelo o marcarte una cena romántica al aire libre. El Vuelo del Ganso es elegante, acogedor y con un menú de autor con esencia mediterránea, de esos que combinan producto de mercado con la creatividad del chef para dejarte con el paladar dando saltos.

Además, están especializados en eventos y celebraciones, y adaptan su sala a cada ocasión: bodas, bautizos, comuniones o esa comida de empresa que quieres que no sea un rollo. Aquí cada detalle cuenta.

El Vuelo del Ganso – Quiosco

Para los que vienen de visita al Parque Ornitológico y quieren algo más informal, el Vuelo del Ganso–Quiosco es la opción perfecta. Tienen platos para compartir, pizzas artesanas, crepes caseros y muchas más opciones para que comas a gusto sin salir del recinto. Perfecto para padres con hambre, niños con antojos y grupos de amigos en modo dominguero.

Vamos, que puedes hacer turismo de naturaleza sin renunciar a comer bien. Y eso, en Almería, se agradece.

Balsa del Sapo

No todo son alas: también hay vida terrestre (y acuática)

Vale, sí, el reclamo principal de la Balsa del Sapo son las aves. Pero ojo, que aquí no todo vuela. El parque también está habitado por otras especies que no tienen plumas, pero que son igual de fascinantes (y bastante más tranquilas, según cómo se mire).

¿Un adelanto? Tortugas tomando el sol, conejos correteando por la zona más natural, ranas que se hacen las tímidas… y algún que otro bicho curioso que no te vamos a desvelar porque lo suyo es venir a descubrirlo en persona.

Porque eso es lo bonito: pasear sin prisa, mirar bien, y darte cuenta de que la biodiversidad no se limita a lo que canta. La vida se esconde en cada rincón del humedal, y si vienes con los ojos bien abiertos, lo vas a flipar.

📌 Dirección: Balsa del Sapo, 10, 04716 Las Norias de Daza, Almería.
Horario: Sábados, domingos y festivos de 11:00 a 18:00 (sin horario de cierre para salida)
📲 Reservas: WhatsApp 618 315 098 o teléfono 950 587 223
🌐 Web: www.balsadelsapo.com
📸 Instagram: @balsadelsapoparque

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