¡No pudo tener un nombre más acertado! La primera edición del Solazo Fest en Almería.
No solo dio cabida a más de 20 artistas, 5000 asistentes y un elevado número de grados en los termómetros, sino que… ya sea por la primavera, por el solazo que hacía, por el toro mecánico, digno de mención; por la paella gigante, que estaba bastante rica a juicio de los comensales; por las chuches o por la cerveza y demás bebidas, que estaban bien fresquitas;… ¡que se respiraba un rollazo!.
Desde las 12 del mediodía y hasta ya pasada la media noche, no pararon de subir al escenario diferentes artistas, con un estilo predominante de hip hop y de rumba y mestizaje: Miguel Campello, Juanito Makandé y SFDK como cabezas de cartel; a los que se sumaron: Dj Kokodrilo, Owen y Varo, Dj Michel Maro, Vera Grv y Kttana, Rid3r, El Niño del Albayzín, Grupo Sunbars ‘Street Work Out’, Los Bombásticos, Chamae Music & Despelote, Miriam Amat, Ipop Covers, No Potable, Dj Monchi, Dj Manhuyboz y The Pickies y Helena Valkyr.
Momentos mágicos… ¡unos cuantos! Miguel Campello abrió su actuación de manera enérgica, haciendo alarde de su buena condición física con sus míticas volteretas. Nos hizo pensar…, en la felicidad, en la falta de ella… Nos hizo viajar en el tiempo a través de sus conocidas canciones cuando formaba parte de El Bicho, como Mama Dolores; y nos hizo estallar al ritmo de Locura.
Juanito Macandé, y su rumba garrapatera, nos regaló momentos llenos de buenas vibraciones a través de la calidez de sus canciones, y todo, con el atardecer del cielo de Almería de fondo, ¡espectacular! Una sensación que resume este directo… ¡expansión! ¡De mente y alma! Porque las letras de este artista son tan profundas como directas, y su ingrediente principal es el buen rollo.
Continuamos con el tercer cabeza de cartel: SFDK, el grupo que cerró el festival y que desató más locura entre los asistentes. Las canciones reivindicativas de Zatu y Acción Sánchez al más puro estilo andaluz, ¡qué arte!, hicieron cantar y bailar a todos sus seguidores a ritmo de rap en la celebración de sus bodas de plata dentro del mundo de la música.
Cosillas a criticar:
Porque sí, porque todo no puede ser bueno y hay cosas que mejorar, por supuesto.
Señalización: la gente no sabía dónde comprar los tickets de primeras… Decían, sí al fondo… ¿al fondo dónde? Sí,…que sí, que luego encima había un letrero grande, para gente grande (y es que la altura del mismo era para gente de 2,5m mínimo), en el que por fin podíamos ver venta de tickets. Pero lo veías cuando estabas allí, a la espalda de todo y con mucha perspectiva.
En las barras… no todas servían cerveza, y bueno, había que jugar un poco a rastrear y descubrir cuáles eran las buenas.
Los vasos. Perfecto que cada cual compre el suyo y así reduzcamos el consumo de plástico en festivales y demás, pero… más información visible de los requisitos para el consumo, ¡cartelitos para todo! Qué hemos venido a disfrutar, ¡no a un escape room al aire libre!
El tema de acreditaciones… ¡señores pónganse de acuerdo! ¿Por dónde nos dan acceso? Ahora podemos entrar por aquí, ahora no, ahora no se puede salir por donde entramos… ¡Vueltas, vueltas!
En temas de horarios… casi a la hora prevista, salvo el descuido de SDFK que nos mantuvo en vilo 1 hora, pero supieron contrarrestar la espera.
Y todo lo demás… bastante bien. Zonas vips bastante amplias y cómodas, las colas más o menos manejables…
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