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Monkey Urban Zoo” es un movimiento de artistas que nace en Almería (España), y que se extiende rápidamente por las redes sociales; decir lo que somos es complicado así que diremos lo que no somos.

La gente Monkey no es tribu urbana, no se les reconoce por su indumentaria, no pertenecen a ningún grupo de edad, es difícil identificarlos si no se está en su misma onda, el nexo de unión de sus miembros es simplemente “el amor al arte y la creatividad”, plasmadas en cualquier soporte, superficie y lugar.

La sociedad actual es la mayor comunidad de consumo y creación de arte de la historia de la humanidad, en todas las disciplinas, formas y estilos, se generan obras artísticas fundamentalmente para un mercado urbano que cada día devora millones de creaciones, el universo digital las difunde y el mundo las consume en forma de fotografías, tatuajes, grafitis, música, diseño gráfico, etc… Arte que es plasmado en todo tipo de soportes, desde una pared abandonada de las zonas industriales, algunas sin ninguna pretensión comercial sino simplemente como una necesidad de plasmar una ideas, una reivindicación, una protesta…, hasta una campaña de publicidad internacional como hicieron la gente “Obey”, que comenzaron sus andadas con unas pegatinas fotocopiadas y actualmente asesoran a Obama en sus campañas de publicidad.

No hay límites, todo está por hacer, sólo hay que crearlo. El arte Monkey tiene como objetivo la democratización de sus  creaciones, esta es la esencia de su filosofía, pueden ser exhibidas en lugares fantásticos como en este caso el Castillo Museo de Roquetas de Mar, o en una calle cualquiera de la ciudad. Los límites geopolíticos no tienen sentido en un mundo globalizado, así que artistas Monkey hay en todos los países, hasta en la tribu más remota habrá siempre alguien que sea Monkey sin saberlo.El Zoo Urbano en el que se han convertido nuestras ciudades, es el caldo de cultivo de la creatividad a la vez que el entorno más favorable para el consumo de este arte, efímero, pasajero, sin pretensión de quedarse en nuestras vidas, un arte de usar y tirar, de reciclar y reciclar hasta la saciedad. Posiblemente cuando usted visite esta exposición se identifique con esta generación, es muy posible que usted mismo sea consumidor de este arte, en sus prendas de vestir, en la decoración de su casa, si es así, no dude en autoproclamarse un miembro de esta globalización cultural que somos todos, ser  Monkey es estar lleno de creatividad y mostrarla a quien quiera verla, sin más…

El movimiento artístico Monkey, se autofinancia con sus propios fondos, con dos máximas: “el amor al arte” y la “colaboración altruista entre artistas”,… siempre que se pueda y el tiempo lo permita.

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Juan Carlos Ramírez

Mi primera imagen coincide con una muerte, la de Charles Chaplín, fue un 25 de diciembre de 1977, el árbol de navidad en una esquina con unas cuantas bolas que siguieron allí por lo menos veinte navidades más; dicen que la primera imagen que uno conserva en su memoria le acompañará en los momentos más importantes.

Me críe en un barrio humilde y de “malos aires”  de la ciudad de Buenos Aires (Argentina) donde todo era demasiado gris, de color terroso. Mis recuerdos son imágenes y situaciones muy puntuales en la precariedad de la situación social que me rodeaba, allí aprendí a disfrutar de las cosas bellas que veía. Siempre tuve debilidad por la belleza, tanto de las personas como de las cosas en general, en la adolescencia tuve facilidad para las actividades prácticas y dibujo, me llamaba mucho la atención la profundidad y la perspectiva.

Mi primer contacto con una cámara fue en la adolescencia, una Poket y la primera digital una Kodak de 1.2 pixeles, la conseguí a cambio de pintar una casa entera, a partir de allí la fotografía paso a tener un lugar importante en mi vida, esa cámara me acompañó en mi viaje a España en el 2004.

Ya asentado en Almería, poco a poco fue creciendo la idea de tener un proyecto fotográfico, relacionado con la fotografía urbana y el retrato. En este camino fui sumando amigos, compañeros con los que intercambio experiencias y aprendizajes. Autodidacta e intuitivo, en mis fotos trato de ser lo más simple que puedo, capto las imágenes como las veo siempre respetando la luz natural como herramienta principal, mis referentes son Henry Cartier Breson y Peter Lindbergh. Juan Carlos Ramírez, es fundador de MONKEY URBAN ZOO.[vc_single_image image=”7998″ img_size=”full” alignment=”center”] [vc_single_image image=”7999″ img_size=”full” alignment=”center”] [vc_column width=”3/4″]

Sonia González

La relación con la fotografía comienza como un descubrimiento mágico que le proporcionaba mirar a través de una vieja Leica, y captar momentos cotidianos.

Las primeras fotos son furtivas con la cámara de su padre cuando apenas contaba con trece años, disfrutaba pero a lo que ella quería dedicarse realmente era viajar y explorar el mundo, por eso enfoca sus estudios a los idiomas en lugar de la fotografía.

Nacida y criada en Stuttgart (Alemania) estudia Economía Internacional y sus ganas de viajar y de vivir aventuras la llevan a España en 1998, aquí adquiere su primera cámara; se instala en Ibiza y es en la paradisiaca isla  donde nacen las ganas de encontrar ese instante especial en el que tienes que decidir dejarlo atrás o captarlo para que no caiga en el olvido.

“El Mar y la Fotografía” son sus pasiones pero ninguna su profesión, busca  en el mar la libertad y en la fotografía una expresión paralela de su vida necesaria para descubrir y trascender sus límites expresivos. El estilo urbano, los colores de la calle y la individualidad de la gente del lugar le transmiten la sensación de acción, la cual es su verdadera razón por la que se declara URBAN / STRAEET PHOTOGRAPHER Sonia González, es fundadora del movimiento artístico MONKEY  URBAN ZOO   [vc_single_image image=”7997″ img_size=”full” alignment=”center”] [vc_single_image image=”8003″ img_size=”full” alignment=”center”] [vc_column width=”3/4″]

Raquel Barruz

Comienza a dibujar en 2003, a los veintitrés años, sus primeras clases de acuarela fueron con el maestro jienense Luis Cruz, y rápidamente se da cuenta que el dibujo le apasiona, comenzando así sus primeros dibujos a grafito, los resultados son buenos pero necesita técnica, por eso buscó a uno de los mejores pintores jiennenses de la actualidad, David Padila, con él perfeccionó el retrato con diferentes técnicas: color, grafito, óleo, acrílicos, estos años fueron fundamentales para explorar la figura humana. Es decisivo, en la corta trayectoria de Raquel, su maestro y amigo José Luis Muñoz, artista cordobés, multidisciplinar y uno de los mayores exponentes nacionales en pintura figurativa y simbolista.

Con el maestro cordobés Raquel se desarrolla como artista, serán años donde experimente su mayor crecimiento como pintora, cambiará su técnica y a partir de ese momento pintará en tabla tratada, compaginará el color con el grafito y abarcará diferentes formatos. Diversas vicisitudes laborales la llevan a descubrir Almería, “La tierra de la luz”, y es aquí cuando conecta con el movimiento artístico Monkey,  así fue como con  artistas de otras disciplinas funda “Monkey Urban Zoo”.

Esta será su primera exposición, en ella pretende transmitir la fuerza del color en sus retratos, rostros de gente “normal” de la calle, captando el arte urbano del grafiti. Emprender esta exposición ha sido todo un reto que la ha hecho evolucionar artísticamente, como se puede apreciar en el trazo de sus cuadros que reflejan el trabajo de estos últimos cuatro años.
Raquel Barruz, es fundadora del movimiento artístico Monkey Urban Zoo.

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Pieter Van T Westeinde

Nacido en Bruselas (1974), de madre holandesa y padre español. Gran parte de su vida la pasó en Holanda pero con un deseo y una pasión enorme por las tierras almerienses. Se enamoró de ese paisaje casi de cartón con el mar al otro lado, donde el sol siempre te sonríe y donde la gente hace su vida acompañada de una cultura alegre y muy diferente a la vida holandesa.

Hace diez años decidió que era ahora o nunca y se trasladó a Félix (Almería) para quedarse y ser feliz, emprendiendo con pasión y entrega cualquier actividad de su vida.  Hace siete años comenzó a plasmar su forma de ver las cosas usando una cámara y  ha ido progresivamente enamorándose del poder de hacer visible lo que él observa.

Comenzó con fotos de paisajismo pero poco a poco dejó el paisaje natural por lo urbano y los humanos. En esta primera exposición lo que intenta plasmar son las emociones que se viven en la calle, algunas veces a la vista y otras tan ocultas.[vc_single_image image=”8006″ img_size=”full” alignment=”center” onclick=”link_image”]

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